Últimamente ver el telediario es asomarse a una ventana de horror, violencia y tristeza.
Cuando me pongo en la piel de todas esas víctimas a las que han arrebatado los sueños e ilusiones, e imagino a esas familias rotas por el dolor y la desesperación, pienso que no hay nada que hacer, que tan solo está en nuestra mano ayudar a las personas que tenemos cerca e intentar hacer más agradable nuestro entorno. Afortunadamente, en cuanto me sobrevienen esos pensamientos, recuerdo los nombres de buenos amigos que se desviven por llevar esperanza a los rincones más castigados del planeta o conozco alguna historia de bondad y amor que me reconcilia de inmediato con la humanidad y hace que recupere la fe en que otro mundo es posible.
Cuando me pongo en la piel de todas esas víctimas a las que han arrebatado los sueños e ilusiones, e imagino a esas familias rotas por el dolor y la desesperación, pienso que no hay nada que hacer, que tan solo está en nuestra mano ayudar a las personas que tenemos cerca e intentar hacer más agradable nuestro entorno. Afortunadamente, en cuanto me sobrevienen esos pensamientos, recuerdo los nombres de buenos amigos que se desviven por llevar esperanza a los rincones más castigados del planeta o conozco alguna historia de bondad y amor que me reconcilia de inmediato con la humanidad y hace que recupere la fe en que otro mundo es posible.
Por eso, nos sumamos al grito lanzado por la ilustradora Paula Núñez-Misspink (http://misspink.es/) y pedimos: NO WAR. ONLY LOVE.
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